Daniel Pajuelo

En 2017, el ecosistema de Bitcoin se fracturó con la creación de Bitcoin Cash, un evento que desató una de las guerras más intensas en la comunidad cripto. Mientras Bitcoin Core apostaba por la escalabilidad en capas, Bitcoin Cash defendía bloques más grandes para transacciones rápidas y económicas. Esta división no solo separó a usuarios y desarrolladores, sino que redefinió la visión de Satoshi Nakamoto. ¿Fue Bitcoin secuestrado? ¿Cuál es el verdadero futuro del dinero digital?

Bitcoin nació como una red descentralizada y resistente a la censura, pero con el tiempo su narrativa ha sido manipulada. Desde 2015, la censura en foros como r/Bitcoin y Bitcointalk ha impedido el debate abierto sobre su escalabilidad, eliminando cualquier opinión contraria a Bitcoin Core. A esto se sumó una estrategia de propaganda que consolidó la idea de Bitcoin como «oro digital», limitando su uso como sistema de pago. ¿Cómo afectó esto a la evolución de la criptomoneda?

El código de Bitcoin, que originalmente prometía ser descentralizado y abierto, ha caído bajo el control de un grupo selecto de desarrolladores conocidos como *Bitcoin Core*. A través de cambios clave en el protocolo y la resistencia a propuestas alternativas, este equipo ha moldeado el futuro de Bitcoin, limitando su uso como sistema de pago y favoreciendo su adopción como un activo especulativo. ¿Cómo se consolidó este poder y qué implicaciones tiene para el futuro de la criptomoneda? En este artículo, exploramos la centralización del desarrollo de Bitcoin y sus consecuencias.

Bitcoin nació como una revolución financiera, un sistema de dinero electrónico descentralizado diseñado para eliminar intermediarios y garantizar transacciones seguras y económicas. Sin embargo, con el tiempo, su propósito original ha sido alterado, convirtiéndose en un activo especulativo con altas tarifas y centralización creciente. HIJACKING BITCOIN LA HISTORIA OCULTA de Roger Ver expone cómo Bitcoin fue secuestrado por intereses que lo alejaron de la visión de Satoshi Nakamoto. ¿Se puede rescatar su propósito original?